La clínica veterinaria Masans en Chur, Suiza fue diseñada para reacomodar a un equipo de 17 especialistas veterinarios y proporcionarles un ambiente de trabajo amplio, totalmente equipado y agradable. Con una superficie de 1.145 m2 y tecnología médica de alta tecnología, es por ahora considerado como el centro veterinario del sureste de Suiza.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
                                El edificio está en parte bajo tierra, y el techo verde plantado sirve como un jardín y un parque para el complejo de viviendas construido en la misma parcela. Las habitaciones que requieren luz natural se colocan en el perímetro del plano, mientras que espacios como almacenes, laboratorios y salas de cirugía que necesitan luz artificial se desplazan hacia el centro.










                                    Con el fin de aclarar estos interiores y hacerlos más amigables, los arquitectos optaron por trabajar con elementos de color principalmente blanco, como puertas y muebles blancos, superficies de trabajo de Corian y techos suspendidos. Los fondos de estos son principalmente las paredes de concreto y pisos de linóleo de color gris claro.
 










                                    Todos los materiales elegidos en la clínica son duraderos y fáciles de limpiar. Su combinación de colores de blanco y gris da un ambiente agradable y tranquilo para los empleados y visitantes.










                                Debido a que las clínicas requieren muchos tipos de equipos de diagnóstico distintos se decidió mostrar la instalación de la maquinaria en el techo en los pasillos y mantener el carácter técnico de la institución. Los techos de salas de exámenes, cirugía y recreo están cubiertas con paneles de cielo raso de fibra de vidrio, con el fin de ser insonorizadas.