2 Agosto 2012
La Escuela de Artes Plásticas se gesta por solicitud de realizar un nuevo edificio en las instalaciones de la Universidad Autónoma Benito Juárez en un terreno de 12,755 m2 con un juego de pelota mixteca.
La definición del partido conceptual del proyecto fue la inexistencia de un plan maestro, así como de un diálogo entre edificios, que nos llevo a diseñar un edificio que en su exterior tuviera el carácter de un JARDÍN. En segundo lugar, la realización en su momento de una planta de tratamiento que generó enormes cantidades de tierra misma que aprovechamos para definir un talud que lograría la imagen a exterior de un gran jardín y al interior necesario.
Por tiempo y dinero la escuela fue planteada en tres etapas, las dos primeras construidas actualmente de 2270 m2 y 5170 m2 de exteriores denominadas “el cráter”.
La escuela fue concebida con dos tipologías de edificios, los primeros, los edificios de piedra de tres metros de altura que generan la contención contra los taludes, así como una serie de terrazas habitables a partir de su proximidad con los mismos. Administración, Mediateca, Tesis y Aulas Teóricas con distintas orientaciones y vistas a patios ingleses con los taludes
La segunda tipología es la de los edificios exentos a los taludes, todos ellos orientados al norte, a excepción de la galería y el aula magna (norte-sur), construidos en tierra compactada (mezcla de tierra con 15%de cemento), procedimiento que no solo nos ayudaba a la plástica y carácter del edificio (un sistema orgánico y lleno de accidentes que alimenta la riqueza de cada muro) que queríamos lograr sino que además resolvía exitosamente los tiempos requeridos de obra así como una excelente climatización natural. El espesor de estos muros (de 60 a 70 cms) logra crear un microclima óptimo para las condiciones extremas de la ciudad de Oaxaca así como un excelente control acústico. Además del sistema constructivo, los talleres se diseñaron con accesos esbeltos en sus costados y enormes ventanales al norte que permiten el flujo cruzado del viento, dotándolos de la mejor calidad lumínica y extendiendo el espacio interior a través de un pórtico a un espacio de iguales proporciones pero abierto como un espacio de trabajo al aire libre. Estos patios fueron una premisa importante para conformar una planta ajedrezada donde el vibrado de masa-vacío en los distintos andadores se convirtió en la conformación de recorridos y fugas visuales siempre distintas.
En el eje central de composición se situaron la galería y el aula magna que se levanta para dar lugar a un espacio multiusos, medio nivel deprimido, como cafetería informal o bien extensión en exterior del área de galería.
El acceso principal permite la lectura distorsionada del conjunto desde el exterior con una escala aparentemente pequeña para sorprenderte con una escala de edificios de 4, 5 y 6 metros de altura, ayudando en su volumetría a la lectura en perspectiva de un caparazón virtual al exterior. Todos los taludes se convierten en accesos informales permitiendo un juego de percepción de la volumetría siempre distinto.
Los exteriores son permeables, acabados en cantera y andadores de durmientes de concreto. El nivel de la escuela es continuo a excepción de los patios, con grava ocre y deprimidos 15cms, que alojan “macuiles” para crear una sombra así como un dramatismo visual al espacio. El jardín se extenderá alrededor de la escuela y buscará ser un ente vivo imprescindible para la misma.
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