En la ciudad blanca de la vieja Belgrado, cerca de las orillas del río Sava, GRAFT transformó el histórico edificio deL “viejo molino” en un hotel de 4 estrellas.
El ambicioso concepto interior acoge y mejora las estructuras históricas existentes con nuevos materiales, colores y formas, activando las cualidades originales del monumento cultural y creando por lo tanto una experiencia visual única.
El acceso principal del hotel, con un vestíbulo y un área de recepción, el bar y el restaurant, se encuentran en el complejo de edificios existentes. Mientras que en la nueva torre construida se encuentran las habitaciones y suites, así como las zonas de spa, gimnasio y servicios. Al llegar, el huésped accede a una nueva plaza ligeramente elevada, que cuenta con antiguas piedras de granito, y columnas de hierro forjado rescatadas del antiguo molino. Una fuente de agua interrumpe el ruido del tráfico. El vestíbulo recibe a los huéspedes del hotel con un ambiente industrial, abierto y auténtico. Los materiales recuperados, como ladrillos del edificio histórico, fueron limpiados, reparados e integrados nuevamente. Siguiendo la misma línea, también el fondo del mostrador de la recepción fue hecho de máquinas antiguas. Aunque se tradujo a un lenguaje arquitectónico moderno; materiales naturales, como el roble y el cobre, se refieren a la historia del lugar. Intervenciones estructurales en hormigón se mantuvieron en bruto, con el fin de complementar el aspecto industrial general. Estos materiales y funciones heterogéneas se contrastan con una estructura blanca gigante, fusionándose en un continuo espacial. Actuando como un lienzo en blanco que muestra sus diferentes edades y cualidades, dándoles nueva vida. La actitud pública y áspera del complejo Molino viejo, gradualmente se transforma en un ambiente más privado y suave en las habitaciones. El metal y la piedra son sustituidos por la madera y los textiles, generando una cualidad acogedora y reconfortante. La estructura de hormigón permanece desnuda como reminiscencia al patrimonio industrial y en capas con una pintura mural como lugar intelectual para la narración, interpretación y extensión espacial. El interior de las habitaciones también cuenta con enormes ventanas bajas, zonas de asientos personalizadas y servicios higiénicos abiertos y luminosos. Existen 236 habitaciones y 14 suites con balcones en los pisos superiores. El edificio del viejo molino también cuenta con un centro de conferencias, con cuatro salas de reuniones, un gran salón de banquetes y un exclusivo salón de negocios en la parte superior de la emblemática construcción. El concepto general de la re-contextualización fusiona el patrimonio local y el diseño interior contemporáneo en un todo singular: a través de un injerto entre lo viejo y lo nuevo, el espíritu del viejo molino vive en un traje moderno y se convierte en un nuevo punto de referencia local. http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/765837/hotel-molino-viejo-en-belgrado-graft-architects