Situado en lo que anteriormente fue el corazón de la vida judía en Varsovia, este moderno edificio alberga un centro para la cultura, educación e investigación con la misión de recordar los mil años de historia del pueblo judío en Polonia. La contribución de ArcelorMittal en este proyecto aunque invisible, sin embargo es de gran importancia: se suministraron 1.000 toneladas de acero corrugado.
La misión principal de este nuevo museo, que está considerado como uno de los edificios más bellos de la capital polaca, es “fomentar la creación de modernas identidades individuales y colectivas entre polacos, judíos, europeos y ciudadanos del mundo recordando los mil años de historia judeo-polaca”.
Ubicado en la zona que en la II Guerra Mundial se convirtió en el Gueto de Varsovia, el anterior centro de la vida judía en la capital polaca, este nuevo edificio está rodeado por un parque y se encuentra frente al monumento a los Héroes del Gueto.
El museo se inauguró oficialmente el día 19 de abril de 2013, día que marcó el 70 aniversario del levantamiento del Gueto de Varsovia, el acto de resistencia armada más importante de los judeo-polacos en la II Guerra Mundial y tiene el objetivo de ser una plataforma para el cambio social, ofreciendo una experiencia profunda y transformadora, proporcionando nuevos estándares de la historia narrativa.
La idea para este museo surgió en el año 1996, pero no fue hasta 2005 cuando se fundó oficialmente la institución del Museo de la Historia de los Judíos Polacos por el Instituto de la Asociación de la Historia Judía en Polonia, la ciudad de Varsovia y el Ministerio Polaco de Cultura y Patrimonio Nacional. Es el primer organismo en Polonia que se ha financiado en cooperación publica y privada. La construcción se inició finalmente en 2009.
El edificio
El diseño de este edificio lo desarrolló el estudio de arquitectura finlandés de Rainer Mahlamäki & Ilmari Lahdelma.
Con un plano rectangular y las mismas dimensiones del área redefinida del Monumento a los Héroes del Gueto, el museo consiste en un volumen ortogonal que ofrece un total de 12.800m2 de espacio para exposiciones, de los cuales la exposición principal sobre la historia judía en Polonia, que se inaugurará en 2014, ocupará dos tercios de la superficie. Además alberga varias zonas para exposiciones temporales, un auditorio multiusos, un centro de educación, 2 salas de proyección multimedia, un restaurante y una cafetería.
La fachada del edificio está compuesta por cristal y cobre que crea una interacción dinámica de luz y forma. Los paneles de cristal están decorados con letras de los alfabetos latino y hebreo, formando la palabra “Polin”, el término hebreo para Polonia.
Al entrar en el edificio, al visitante se le abre un pasillo curvado que separa el espacio interior: Parecido a un cañón natural o una cueva iluminada desde arriba, las paredes curvadas representan la separación de las aguas, referiendose al pasaje y la transcendencia del largo trayecto de la historia judeo-polaca de la que nació una cultura pacífica y fértil. Las paredes consisten en una complicada estructura de hormigón proyectado – un reto tanto en el diseño como en la realización.
En este proyecto, el acero tiene un papel importante aunque no sea evidente: La construcción de hormigón está armada con acero corrugado, de las que 1.000 toneladas fueron producidas y suministradas por ArcelorMittal Warszawa.